Por su naturaleza, el sexo es uno de los mejores escenarios para innovar. Ya sea en solitario, con nuestra pareja o con un amigo, explorar nuevos campos es una de las actividades más divertidas que vamos a poder realizar sobre una cama.

Una vez somos capaces de liberarnos de todos los tabúes que versan en torno a la sexualidad y la libertad con la que la disfrutamos, un mundo de posibilidades está a nuestro alcance preparado para rendirse a nuestro disfrute. ¿Estás preparada?

Y dentro de las posturas sensuales: ¿Conoces el “Trono de la reina”?

Hoy os queremos explicar una de nuestras posturas favoritas. Especialmente diseñadas para el disfrute de nosotras, las mujeres, nos sentiremos con el control total de la situación en una postura que nos encantará repetir ¡casi de manera diaria!

¿Alguna vez habías escuchado hablar del “Trono de la reina”?

El trono de la reina, maximizando el placer

Pese a que existe su homónimo para el hombre, la postura conocida bajo el nombre del “Trono de la reina” está pensada para maximizar el placer y el disfrute de la mujer en el acto sexual.

Tenemos que admitirlo, dominar nos encanta. Cuando la situación se pone picante es cuando más nos gusta llevar el control a nosotras. Nos encanta jugar, llevar el ritmo, insinuar… Y para cumplir con todo ello existen multitud de posturas en el Kamasutra. Sin embargo, existe una que está ganando cada vez más adeptos y se ha terminado por posicionar como una de las posturas sexuales más utilizadas en todo el mundo.

Para realizar el Trono de la reina no será necesario ningún tipo de preparación previa, ni siquiera contar con ningún material en particular, por lo que practicarla es especialmente sencillo. 

Dejaremos que sea el hombre quien se acomode. Pese a que lo normal es hacerlo en una silla, lo cierto es que también se puede hacer en el borde de la cama, ganando así un extra de comodidad. Aunque, insistimos, no hay ningún problema en hacerlo en cualquier otro lugar que cuente con una superficie. Como decíamos, el hombre deberá de sentarse sobre una superficie con las piernas abiertas y seremos nosotras las que deberemos de sentarnos encima de él para llevar a cabo el acto sexual en sí.

Existen dos versiones a la hora de realizar esta postura, y es que podemos ponernos tanto de cara al hombre como dándole la espalda. No hay por qué elegir una de las dos, puesto que ambas son compatibles entre sí, ya que podemos ir cambiando de postura según nos vayamos encontrando.

Si bien lo más habitual es comenzar a de espaldas al hombre, de este modo conseguiremos una sobre excitación en él sin igual, ya que dejaremos que pueda visualizar la penetración en primera persona. Cuando ya llevemos un rato de espaldas a él, es momento de darse la vuelta y poder jugar de cara él.

Uno de los aspectos que debemos de tener en cuenta es que, si nos ponemos de espaldas, tendremos que hacer un mayor esfuerzo para poder mantener el ritmo, pues apenas contaremos con puntos de apoyo, especialmente si estamos ligeramente inclinadas hacia delante, algo que recomendamos encarecidamente.

Por tanto, no te preocupes si te cansas las primeras veces que practicas esta postura, pues es completamente normal, sin embargo, al darnos la vuelta podremos descansar sobre sus piernas durante el tiempo que sea necesario, pasando a un movimiento no tanto de piernas sino más enfocado a la cadera. Y pudiendo, mientras tanto, hablar o besar a nuestra pareja.

¿Cuándo usar el Trono de la reina?

En el sexo, como en muchas cosas de la vida, no todo tiene por qué estar todo pautado. Por lo que a la hora de elegir la postura que queremos hacer ese día es importante que nos guiemos por lo que nos apetezca y las ganas que tengamos de hacerlo ese día.

Esta postura está diseñada para llevarla a cabo en momentos en los que estamos buscando tener el control de la situación, en momentos en los que queremos llevar el ritmo de la situación o en días en los que queremos regalar a nuestro compañero un juego de sensualidad y sexualidad que le dejará prendado durante unos cuantos días.

Aprovecha que llevas el control para implementar el ritmo que quieras, jugando con él y consiguiendo el control de la situación siempre que lo necesites.

El “Trono de la reina” es una de las posturas más antiguas que existen, pero parece que últimamente se ha puesto más de moda que nunca. Entre sus principales beneficios estará el hecho de conseguir una penetración prácticamente total, por lo que está especialmente recomendada para maximizar nuestro placer.

Si estás buscando una noche en la que elevar el placer a un nivel superior y sentirte como llevas el control de la situación, no lo dudes, esta postura se convertirá en una de tus favoritas.