La práctica del sexo anal ¿Es tu primera vez?

Es posible que no lo hayas probado por miedo al dolor o vergüenza por esta práctica. Te vamos a dar unos truquillos válidos para mujeres y hombres para que disfrutes de tu primera vez.

La zona del ano está llena de fantásticas terminaciones nerviosas que se convertirán en toda una fiesta cuando son estimuladas con las técnicas adecuadas.

Cada persona percibe las sensaciones de una forma diferente. Hay que tener en cuenta que esta práctica se ha de realizar con el consentimiento de las personas que intervienen en la experiencia y siempre evitando las enfermedades de transmisión sexual. Te sugerimos que utilices preservativo.

Relájate y disfruta

Una de las primeras cosas a tener en cuenta es que te encuentres en situación de relax, sin tensión ni estrés. El objetivo es que la zona del ano se relaje y con ello facilite la dilatación.

En caso de que la relajación de la zona sea insuficiente puedes utilizar alguno de los productos específicos para la relajación del ano que te presentamos.

Lubrica la zona

¿Has conseguido relajar la zona? ¿Si? ¡Genial!

Debes de tener en cuenta que la parte externa y el anillo del ano no es una zona que fácilmente se lubrique de forma natural en el inicio de la experiencia. Por ello te recomendamos que utilices siempre un gel lubricante con el que te resultará más fácil poner en práctica este momento especial.

En nuestra tienda online te ofrecemos una amplia variedad de productos lubricantes anales los cuales te ayudarán sin dudar. No te olvides que los lubricantes han de estar fabricados con base de agua para que resulten totalmente compatibles con tus preservativos.

Sin prisas, sin carreras. Disfruta

Ha llegado el momento de gozar. Pon a trabajar tu imaginación y desarrolla los juegos adecuados para que este gran momento se convierta en todo un deseo de seguir y llegar al clímax. Toma el tiempo necesario, juega, experimenta y avanza sin prisas.

Comienza a rozar la zona anal con tus dedos impregnados de gel lubricante y observa la zona, buscando la relajación de tu pareja y de su zona objetivo.

Puedes ayudarte también de algún juguete sexual con el que realizar una leve penetración. Comienza siempre con diámetros pequeños. Ya tendrás oportunidad de ir aumentando la intensidad de la experiencia.

Controla siempre la aparición de posibles sensaciones dolorosas de tu pareja. En caso de que aparezcan deténte, no sigas. Habla siempre con tu pareja y consúltale acerca de sus sensaciones.

Llegas a la meta

Hemos avanzado un recorrido de fantásticas sensaciones de una forma pausada, buscando crear un ambiente y situación de tranquilidad. Ahora toca subir el tono.

Pon en práctica una penetración más intensa. Es el momento de aumentar el calibre, pero observando los consejos que te hemos dejado en los puntos anteriores y sin dejar de comentar con tu pareja las sensaciones que está recibiendo. ¿Son agradables? ¿Le gusta lo que siente? Pues adelante. Poco a poco y con la práctica habitual este tipo de experiencias sexuales se pueden llegar a convertir en algo normal.